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La lesión SLAP (Superior Labrum Anterior to Posterior) es una lesión de la parte superior del labrum glenoideo del hombro, generalmente centrada en la inserción del tendón de la cabeza larga del músculo bíceps braquial, aunque puede extenderse e involucrar al labrum anterior y posterior, así como estructuras circundantes.

El labrum es un fibrocartílago que rodea la fosa glenoidea, donde se asienta la cabeza del húmero. La superficie articular de la cabeza humeral es redondeada y 4 veces mayor que la fosa glenoidea. Este fibrocartílago permite duplicar la profundidad de la fosa y con ello aumentar la estabilidad de la articulación glenohumeral, que forma parte del complejo articular del hombro. Además, este fibrocartílago sirve de inserción para los ligamentos glenohumerales y el tendón de la cabeza larga del músculo bíceps braquial. 

La lesión SLAP puede provocar dolor de hombro (más frecuentemente dolor inespecífico relacionado a movimientos por encima de la cabeza), inestabilidad, debilidad, rigidez o chasquidos de la articulación. 

Esta lesión suele producirse más frecuentemente por una caída sobre el brazo extendido (generalmente con el hombro en abducción y ligera flexión) o por uso repetitivo de movimientos de lanzamiento, como en el caso de los jugadores de balonmano, waterpolo o beisbol. 

La clasificación más utilizada identifica 4 tipos de lesión SLAP, aunque puede ocurrir más de una al mismo tiempo.


  • Tipo I: deshilachado, sin rotura de la parte superior del labrum, con el tendón del bíceps intacto. 
  • Tipo II: es la más frecuente. Asociada a microtraumas repetitivos. El labrum superior y el tendón de la cabeza larga del músculo bíceps braquial están desprendidos de la glenoides.
  • Tipo III: rotura en asa de cubo con la parte central de la rotura desplazada dentro de la articulación. No está involucrado el tendón de la cabeza larga del músculo bíceps braquial.
  • Tipo IV: rotura en asa de cubo pero en este caso involucrando al tendón de la cabeza larga del músculo bíceps braquial. 


El diagnóstico clínico de esta lesión se realiza mediante la anamnesis, exploración física y pruebas de provocación específicas, aunque estos signos clínicos pueden ser confusos debido a la habitual presencia de lesiones asociadas como roturas delmanguito rotador, lesión de Hill-Sachs, lesión de Bankart, laxitud capsular o condromalacia glenohumeral. Por este motivo, el diagnóstico suele estar apoyado en una artrografía por resonancia magnética o artroscopia. 

La elección del tratamiento depende del tipo de lesión (I-IV), edad del paciente y lesiones asociadas. El tratamiento quirúrgico se realiza mediante artroscopia, con el fin de reparar las lesiones presentes. Tras la cirugía, o en caso de llevarse a cabo un tratamiento conservador, se inicia un programa de Fisioterapia en el que se tratará de disminuir el dolor y recuperar la movilidad, fuerza y estabilidad del complejo articular del hombro de manera progresiva.


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